La firma digital es un conjunto de datos electrónicos que acompañan o que están asociados a un documento electrónico. Se trata de una solución tecnológica que ofrece seguridad y confianza en los documentos electrónicos, los cuales obtienen validez legal gracias a ella.
¿Qué es la firma digital?
La firma digital es una solución o mecanismo criptográfico, que permite al receptor de un documento firmado digitalmente identificar al emisor del mismo. A través de ella, se puede confirmar que el documento no ha sido alterado desde que fue firmado. De aquí podemos extraer tres funciones básicas de la firma digital:
Pero para firmar digitalmente un documento hace falta algún elemento que sustituya a la firma manuscrita, es decir, algo que identifique inequívocamente al firmante, y es aquí donde entran en juego como herramienta para la firma digital los certificados digitales.
Su funcionamiento en concreto se basa en los sistemas de clave pública, que podemos equiparar a llaves que impiden su uso a terceros (una privada para el emisor, y una pública para el destinatario).
Diferencias entre la firma digital y la firma manuscrita
La base legal de la Firma electrónica está recogida en la Ley 59/2003 de Firma Electrónica ya hay circunstancias en las que la ley equipara la firma electrónica a la firma manuscrita. La firma manuscrita es el método tradicional para firmar un documento: una firma a mano con papel y bolígrafo.
Pero frente a este modo, la firma digital ofrece una serie de diferencias a modo de ventajas, tanto de seguridad como operativas, frente a una manuscrita. La situación en la que hay que garantizar la validez de un documento impreso en papel, es necesario determinar que no se ha alterado el texto tras la firma manuscrita, que el documento ya se encontraba firmado en una determinada fecha y hora, que la firma fue realizada por la persona emisora, etc. La firma digital garantiza todos estos aspectos de la validez del documento, que además pueden ser comprobados en el acto y por cualquier persona, sin necesidad de ningún experto, ni ningún proceso externo.
Además la firma digital, garantiza una mayor eficiencia y de menores costes (y menor impacto ambiental de los trámites online al ahorrar papel y tinta): se puede realizar digitalmente a través de un ordenador, portátil, móvil o tablet, y garantiza mejor su recuperación y conservación en archivo digital y caso de pérdida, por el contrario, las firmas manuscritas presentan algunos riesgos de seguridad: la documentación impresa, obliga a que los documentos deban guardarse de forma local, por ejemplo, en archivadores, por lo que existe el riesgo de perder dichos documentos de manera permanente, por ejemplo, en caso de un incendio.
Diferencias entre firma digital y firma electrónica La diferencia es más conceptual que sustancial: la firma digital un mecanismo criptográfico, una técnica de cifrado y descifrado, mientras que la firma electrónica es el concepto legal, definido en un marco normativo que le otorga validez jurídica.
Atendiendo a su función es otra de las diferencias entre ambas firmas: en el caso de la firma electrónica es el de dar fe del consentimiento del titular en un documento electrónico. El objetivo de la firma digital no es otro que el de encriptar los datos para evitar la suplantación de identidad, y evita que nuestros documentos estén expuestos y sean vulnerables.
Pero entonces, ¿todas las firmas electrónicas son firmas digitales?
Una respuesta breve sería que sí: la firma electrónica ofrece una serie de niveles de seguridad más altos, pero su camino pasa por la normativa y requisitos de las firmas digitales.
La importancia de implementar la firma digital
En el ámbito de la empresa, garantiza:
Además, ¿qué utilidad práctica tiene la firma electrónica? En general están orientadas a realizar operaciones por Internet que en la vida cotidiana requieren de una firma para validarlas. Algunos ejemplos de operaciones que se pueden realizar actualmente haciendo uso de la firma digital son:
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